Trabajas al aire libre, sintiendo el tibio sol de otoño, el fresco viento en invierno, las lluvias purificadoras de primavera y el calor húmedo en verano, y en pleno contacto con la naturaleza: la tierra se desliza a tus pies, las flores se esparcen por todas partes y los cipreses, altos, se alzan majestuosamente hacia el cielo. Pero lo que más destacas es el profundo y constante silencio. Palabras que en su momento no se pronunciaron y que ya no se van a poder pronunciar. No entiendo que nunca te haya acabado de gustar tu oficio en el cementerio.
La marca Sol & Mar, que comercializa bebidas alcohólicas, en especial vino y sangría, convocó a finales de 2015 el I Concurso de Microrrelatos Sol de Otoño, al que se presentaron más de 400 participantes. Hicieron una preselección de 100 microcuentos. De la segunda criba salieron 25 finalistas, entre los que se encontraba el relato hiperbreve que envié, Oficio, y que ya habéis leído. Finalmente de entre esos 25 eligieron al ganador y segundo y tercer premios.
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